viernes, 23 de abril de 2010

Un berciano en Villalar.


Hoy es la fiesta de la Comunidad Autónoma de Castilla y León.
Para algunos, el Día Nacional de Castilla.
Para otros, un día no laborable.

Hoy no he ido a Villalar, pero sí que fui el año pasado y me gustaría compartir mis recuerdos.



Reivindicación.
Si hay una palabra que defina al Día de los Comuneros es esa. Por lo menos a nivel político.
Todo el que va a Villalar, tiene algo que reivindicar y a ello precisamente va.
Desde una mayor implicación del Gobierno en lo que sea, hasta la Independencia y Soberanía de Castilla.
Desde la autodeterminación del Pueblo Saharaui hasta los empleos de la última (o penúltima, o ante penúltima…) empresa que haya hecho un E.R.E.
Toda clase de reivindicaciones tiene cabida en Villalar, desde las de ámbito autonómico (o nacional, o internacional…) hasta las del último pueblo perdido en mitad de sabe dios donde…
Supongo que este año, el tema del cementerio nuclear habrá estado presente, aunque dudo que nadie haya reivindicado su instalación…
Mas bien, imagino, se habrá exigido a los pueblos que lo hayan pedido que desistan ¡a la de ya…!
E imagino, también, que esa exigencia habrá venido de gentes que, en su mayoría, son de cualquier lugar menos de los pueblos implicados.
Lo siento, me he ido por las ramas, es que conozco una pequeña parte de esta historia y me toca un poco la moral y las gónadas…


Romería.
Esa es la palabra con la que yo definiría la fiesta.
Una romería laica.
A puntito he estado de escribir Romería Civil, por aquello de que está de moda pasar todo lo religioso a civil: aun puedo, aunque me cuesta, imaginarme un bautizo civil, la aceptación del recién nacido en la tribu, que viene a ser lo que es realmente un bautizo, pero si alguien sabe de alguna Primera Comunión Civil, que me lo cuente… que hace tiempo que no me río con ganas.
Pues eso, como decía, una Romería Laica.

No hay Romería sin su ermita ni su procesión.
Bueno, pues dirígete a la Campa (no te será difícil llegar…) y allí encontrarás, no una ermita, ni dos, encontrarás no menos de una docena de Carpas (ermitas desmontables) de casi todas las confesiones laicas (le pillado el gusto a esa palabra…) que te puedas encontrar por estas tierras.
Seguro que alguna será de tu gusto.

¿Y la procesión? ¿A que hora es la procesión?
Bueno, pues eso depende.
Por que, lo mismo que no hay una sola ermita, tampoco hay una sola procesión.
Cada confesión sale de su templo a una hora diferente (si no te da igual una cualquiera, mejor entérate antes de cuando sale la tuya…) y en peregrinación se dirige a honrar a los mártires de 1521.
Llegados ante el monolito de la Plaza Mayor, el ritual es el mismo en todas las procesiones: homenaje a los Comuneros y acto político, con lectura del credo del partido en cuestión.
Acto seguido, volvemos a la carpa de la Campa para preparar la merienda, que, como en toda buena romería que se precie, hay que alimentar tanto el espíritu como el cuerpo.
Y si no encuentras Carpa donde darte al comercio o ya se les ha acabado la paella al Grupo Socialista de Arroyo (la hacen todos los años y me han hablado MUY bien de ella) o el calimocho a los de Izca, aléjate solo unos metros (no más de una docena) hasta la feria y escoge churrasco, costilla, chorizo, empanada… que no solo de reivindicaciones se vive en Villalar un 23 de abril…


¿Qué me llamó la atención?
La gente. Montones de gente.
No sé que me esperaba encontrar, pero, como dije mas arriba, al final es una romería. Y te encuentras todo tipo de personas.
Desde los jóvenes revolucionarios castellanistas hasta familias enteras que vienen a merendar y a ver y disfrutar el ambiente.

Un tipo que entraba en el pueblo justo delante de mi: botas de cowboy, chupa negra de cuero, pipa (de fumar), peinado lametón de vaca… Juro que parecía una caricatura…
Por otro lado, prefiero no pensar lo que parecía yo :o)

El Presidente de esta Nuestra Comunidad solo hace acto de presencia.
Me llamó la atención, que en el día grande de Castilla y León, Juanvi pase poco más de media hora en Villalar.
Visitar la exposición de turno (el año pasado era el Camino de Santiago), saludar a los Vips en la carpa institucional, recibir los abucheos de los de Izca y echando leches, que a medio día tiene que entregar los premios Castilla y León en cualquier otro sitio… y otra cosa no, pero “Ancha es Castilla…”

La expresión que llena el ambiente y está en boca de todos es “Castilla y León”, no oyes otra cosa.
“Castilla y León” esto, “Castilla y León” lo otro…

Pero, mires donde mires, solo ves Castilla.
Y no es solo la planicie inacabable.
Son las banderolas.
Son los pañuelos.
Y es un castillo dorado en la mayoría de esas banderolas y pañuelos.
También hay muchas banderas rojas y blancas, acuarteladas, pero eran como islas en un mar morado.

El lema de las camisetas de los de Izquierda Unida: “No preciso de sexo, la Junta me jode todos los días”

Un acto político en el Monolito a los Comuneros.
Según me acerco a la Plaza Mayor veo que está abarrotada. Eso en si mismo no es extraordinario, el pueblo es pequeño y su plaza tampoco es que sea nada del otro mundo…
Claro, que llego y veo que media plaza está ocupada por una enorme bandera morada con una torre amarilla que sujetan entre unos cuantos.
No recuerdo formación era, y tampoco tengo claro si resulta divertido o triste que para aparentar que han llenado la Plaza Mayor de Villalar de los Comuneros hayan tenido que extender una tela de esquina a esquina de la plaza…

El ambiente reivindicativo y, a la vez, festivo.
Sin olvidarnos de la lectura del Manifiesto.
No habrá otro momento ni otro lugar donde se oiga más veces en menos tiempo la expresión “Castilla y León”.

El programa, curiosamente parecido al de este año:
Gabarreros de El Espinar, Escuela de Gaitas Castro Bérgidum, Candeal, Nuevo Mester…
¿Es que no hay más gente?
Que Castilla y León es muy grande, ya sabéis: “Nueve provincias, una comunidad…”

 

¿Volveré a Villalar algún día?
Pues seguramente no.
Si algún día unos amigos dicen “¿Nos vamos a Villalar?”
Bueno, puede.
Pero yo ya tuve mi dosis de fiesta autonómica.
Voluntariamente limitada, estaría un par de horas, o poco más (luego aproveché para acercarme a conocer Urueña…) pero me llegó. 




¿Y como he celebrado yo este año el Día Nacional de Castilla?
Bueno, pues como también me sentía reivindicativo…
…Me he comido un Botillo.
Berciano, por supuesto.


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