domingo, 11 de septiembre de 2016

Swashbucklers, Rogues and Desperados

Se me empiezan a agotar las entradas de fondo de armario, tengo que currarme alguna más...

¡Buenas!

Ha sido un verano de lo más apático.
Tras un inicio bastante activo, que me permitió programar varias entradas para las vacaciones, llevo más de un mes sin tocar los pinceles y voy a tener que ponerme las pilas si no quiero tener un parón en el Blog.

En fin, al tema...
Estas son unas figuras de Old Glory, concretamente estas, que pinté hace ya unos cuantos años.
Están pintadas embadurnadas con la técnica del Betún de Judea.

  • Colores base.
  • Betún mezclado con barniz mate. Lo que ahora se llama Dipping y que ha puesto de moda Army Painter...
  • Luces, normalmente con el color original...


A estas figuras ni siquiera les saqué luces adicionales... fue rápido, muy rápido.

domingo, 4 de septiembre de 2016

Paseo por Siete Picos

Tengo la sensación de que últimamente se me está yendo un poco de las manos el tema de las rutas montañeras (1) como creo que se puede apreciar perfectamente en la última que hice...

Así que, para esta última escapada, me busqué algo más light: darme una vuelta por Siete Picos.
En 3D y con el mapa invertido, que mola más...
Dejé el coche donde siempre, en el aparcamiento de Navacerrada.

La subida hasta el Telégrafo por la pista de esquí, que es por donde solía trepar, estaba cerrada a cadena y candado, así que seguí hacia los Cogorros y allí, justo en el arranque del Camino Schmid, sale otra senda a la izquierda que, con una pendiente muy suave, sube por la falda del Telégrafo hasta dejarte justo al pie de la última trepada hasta las cimas.
Sabía que existía esa senda, pero no la conocía. Es muy cómoda. Te ahorra la primera (y fuerte) trepada por el telesilla y el tramo llano posterior por la senda Herreros, te lo combina en una subida más larga, pero mucho más suave... y además, el paseo entre los pinos no tiene nada que ver con la pista de esquí pelada.
Eso sí, la última trepada no te la quita nadie…

A la que subía esa última cuesta, me crucé con un grupo que bajaba (¿Tan temprano?) Tenían pinta de haber hecho vivac y astrofotografía la noche anterior. Los delataban las mochilas cargadas, las colchonetas enrolladas y el trípode que usaba uno de ellos a modo de bastón…

Parada en la cima para hacer alguna foto y recuperar fuerzas.
Siete Picos con Mujer Muerta al Fondo...  (Instagram)
Me adelanta una corredora, no será la única trail runner que me adelante o que me cruce… tengo la sensación de que estas cosas también se nos están yendo un poco de las manos (2)

Gente, gente a patadas. Hay dos grupos que me los cruzaré otro par veces cada uno en diferentes sitios. Y eso que cada uno vamos a coger senderos diferentes, pero… ¡todas las sendas se cruzan en el Guadarrama!

La parte divertida: ¡crestear…!
Un par escaso de km haciendo el cabra por las cumbres. El terreno es fácil, por la ligera pendiente descendente, pero, a la vez, un poco incómodo por lo irregular.
Esta vez no me subí a ningún pico, me limité a rodearlos. Alguno por el borde del barranco… cosas de seguir el balizado de los escaladores en lugar del de los senderistas. En fin.

En el sexto/segundo pico hay una roca un poco apartada hacia afuera con un hueco en medio, a modo de plataforma de observación. Perfecta para una panorámica… si no hubiese gente alrededor (no me gusta publicar fotos reconocibles de personas en internet) o no la cagase en alguna de las transiciones.
La bajada hacia Majalasna es empinada y el terreno tan irregular como por las cimas. En algún momento, las ennegrecidas y dañadas uñas gordas de mis pies se acuerdan de mi familia la bajada de la Aquiana de hace un mes y me hago un par de torceduras leves a pesar de/gracias a mis reajustadas botas de caña alta antiesguinces.

Bordeo por la base del primer pico y cojo la senda de los Alevines que me llevará hasta el collado Ventoso. Es la única parte de la ruta por la que no he ido nunca…
¡Y me ha sorprendido! Agradablemente, debo reconocerlo…

Vista en el mapa, parece más o menos llana y más o menos cómoda.
Está balizada (es un PR) y sí que vas siguiendo (insisto: ¡más o menos!) la curva de nivel, pero tiene mucha subidita y bajadita, cortita, de esas que no se reflejan en los mapas pero que en tres metros subes dos…

Y el túnel, ¡ah! El túnel…
El sendero pasa por debajo de un peñasco. No será más de unos tres metros con uno de alto y otro de ancho, más o menos, pero me lo quedé mirando y pensando ¡Será una broma…! yo por ahí no paso ni de coña.
Preferí saltar otra peña que había al lado, probablemente más complicada que el túnel, pero que me dio más confianza. No me gusta meterme bajo tierra, por poco que sea… sí, tengo un poquito de claustrofobia, ¿Qué pasa?
¿Me tomas el pelo...?
Un trozo más adelante me encontré me encontré con un grupo en dirección contraria, tres parejas precedidas por sus ¿hijos? de diecimuchos/ventipoquitos que iban un poquito moscas.
-Ahí vienen los del imserso, que nos han metido por aquí.
-Mira mis zapatillas, ¡no me dijeron que iba a hacer una ruta…!
Y no solo los jóvenes…
-¿Queda mucho para Cercedilla? Estos se van a llevar un zasca en cuanto lleguemos…
En fin… :o)

Breve escala en el collado Ventoso para recuperar fuerzas y líquidos y toca coger el camino de vuelta a Navacerrada.

El camino Schmid, que llega hasta el collado Ventoso, no hasta la Fuenfría, es una senda acondicionada y muy cómoda… y transitada, muy transitada.
No tiene desniveles bruscos y la única dificultad está en esquivar a la gente y las piedras que ponen para que los ciclistas no se desmanden…

De vuelta en el aparcamiento de Navacerrada después de 11km y 450m de desnivel acumulado… ¡y en casita a tiempo para ver la subida a la Camperona! ;o)



(1) ¿A qué llamo yo irse de las manos? Pues a esta misma ruta, pero saliendo desde el puente de la Cantina (a pie de puerto) en vez de desde arriba y, luego, desde Majalasna, bajar por Navarrulaque hasta el mirador de los Poetas para volver por la Fuenfría y la fuente de la Reina… ¡ahí queda eso!


(2) Y esto lo dice el que se está planteando la Travesíacorta!) de los Aquilianos… ¡y que se había planteado la ruta de la nota anterior!

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