No le he vivido en mis carnes, pero sí que lo he visto cerca, MUY cerca.
Cuando tu jefe te dice que tienes trabajar fines de semana y festivos locales, que es voluntario pero que, si no te ofreces, no hace falta que vuelvas después del festivo... pues solo es una gota más, un ejemplo de lo bien que va todo.
Y eso me ha hecho pensar.
Soy funcionario (laboral fijo en realidad, pero no voy a entrar en las diferencias)
Y como hemos sido buenos chicos y, con nuestro sacrificio, hemos salvado al país, pues han decidido darnos un premio:
Nos devuelven la extra que nos quitaron en 2012. En tres plazos (¿tarde, mal y nunca? ;o) pero nos la devuelven.
Nos suben el sueldo de cara al año que viene. Vale, es un 1%, pero viene después de una rebaja media del 5% (en mi caso justo eso, el 5%) y ¿5 años? de congelación (¡he perdido la cuenta!)
Y yo no veo que el país vaya lo suficientemente bien como permitirse ese gasto.
Será tirar piedras contra mi propio tejado, pero miro a la gente a mi alrededor, conocidos y no tanto, y es que esto no va mejor...
Sigo viendo parados de larga duración. La gente que trabaja lo hace con condiciones que ni recuerdan a las que tenían en 2008. Contratos de media jornada que hacen más horas que yo...
¡Y ojo! Que soy lo suficientemente hipócrita como para cobrar esa extra cuando me la paguen, a pesar de lo que estoy pensando (¡Y escribiendo!),
Pues nada que, dicho lo dicho, ahí va mi apuesta:
Doy año y medio, voy a ser optimista.
De aquí a año y medio, muchos se acordarán de la extra de los funcionarios.
Que el déficit se ha disparado y es culpa nuestra.
Tiempo al tiempo, pero esto es pan para hoy y recorte para pasado mañana...
¡Ojalá tenga que tragarme mis palabras...!
PS (1): ¡Que No! Que esto no tiene nada que ver con que estemos de elecciones, ¡malpensados!
PS (2): También nos devuelven el último día de asuntos propios y los días libres por antigüedad, pero la gente se va a acordar de la extra... ¡y puede que de nuestras familias!
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