domingo, 5 de mayo de 2019

De León a La Robla… ¡Andando!

Este último par de meses me he puesto a entrenar para la Travesía de los Aquilianos (¡Sí, me he apuntado!)
Y, como necesitaba sabe si iba a poder con los 47km, decidí hacer una prueba de larga distancia…
Mirando un poco en Wikiloc, me fijé en el Camino del Salvador, desde León a Oviedo, y, más concretamente, en la primera etapa, entre León y La Robla, de 25km.

Aprovechando un día decentillo de finales de marzo, cogí la mochila, me calcé las zapatillas y… ¡ahí vamos!
La ruta, que tiene poco misterio, sigue la primera etapa el Camino del Salvador, remontando la orilla izquierda del Bernesga y no tiene demasiadas dificultades, más allá de algunas subidas, cortas pero intensas, entre Carbajal y Cabanillas. El resto es mayormente llano o, como mucho, ondulado.

Salí de León siguiendo la ribera del río hasta las instalaciones del Olímpico. El último tramo bordea una urbanización a medio construir/ocupar (no llega a pueblo fantasma, pero….) y, antes de eso, hay un sendero no muy allá.
Por eso el Camino se desvía bastante antes, atravesando la urbanización que hay al final de Eras, para coger en seguida la carretera de Carbajal. Yo preferí seguir pisando tierra un rato más….

Seguimos atravesando Carbajal, llamado de la Legua, supongo que por estar a una legua de León… pero puede que la longitud del pueblo (¡casi 3km!) también tenga algo que ver. Una pintada al abandonar el asfalto nos desea buen camino.
Yo hoy no llegaré tan lejos...
Abandonamos el asfalto y también el camino cómodo. Hasta Cabanillas tenemos casi 10km de sube y baja aunque sin grandes pendientes. La más dura de casi 90m de desnivel que subimos alrededor del km 14, con un tramo de unos 400m realmente empinado.

Al atravesar Cabanillas me llama la atención la curiosa fachada de ladrillo de la Ermita del Salvador. Aquí hay un albergue de peregrinos, pero, como yo estoy entrenando y no de peregrinación, sigo adelante. Me desvío a la derecha al pasar el puente sobre la acequia y vuelvo a abandonar el asfalto…
Voy bastante concentrado y apenas me fijo en el paisaje, aunque hay algunos rincones bastante guapos.
Una cosa que sí me resulta curiosa, aparte de algún buzón y botiquín para los peregrinos, son los altarcillos (habrá como media docena) que me voy encontrando desde que salí de Carbajal. El primero, con una silla justo enfrente, en una encina con muchas piedrecillas en las ramas… no lo he investigado, pero supongo que será alguna tradición del Camino.

Poco que contar en el siguiente tramo, bastante cómodo, pasando por La Seca, hasta que llego a Cascantes y vuelvo a pisar asfalto.

No me ha gustado nada el tramo que sigue desde aquí...
Aparte de las aceras del propio pueblo, en la carretera no hay arcén ni, en algunos tramos, cuneta, con lo que casi te ves obligado a ir pisando la línea blanca marcada en el asfalto.
Llevo un rato viendo la chimenea (apagada) de la central térmica de La Robla y tengo la intención de llegar hasta allí y hacerme un selfie antes de volver… pero, como decía, el camino es bastante peligroso y lo dejo unos metros antes, cuando llego a un punto en el que tengo que ir por dentro de la carretera, con el río pegado por un lado y un barranco por el otro, con el agravante de una curva con poca visibilidad que… ¡bueno! Que sí, que es domingo a mediodía y hay poco tráfico, pero no me apetece jugármela.
Han sido 24km… que ahora tengo que desandar.

Hago una parada para comer un poco y cambiarme de ropa junto al puente de la Seca. El día amaneció frío pero soleado y ahora la temperatura ha subido y cambio el polar cortaviento por algo más ligero…

El tramo duro entre Cabanillas y Carbajal se me hace duro de verdad… llevo más de 30km y empieza a ser la ruta más larga que he hecho. Voy mirando el GPS y haciendo cálculos mentales: “15km, tres horas…”.
A veces me anima ver lo que me queda… ¡otras veces no! “Al llegar a Carbajal pido un taxi…

Los primeros 8km antes de dejar el asfalto en Carbajal los hice a un ritmo de unos 10:30 min/km… esos mismos 8km de vuelta los haré a un ritmo de 11:30 min/km que me cuesta mantener.

Justo antes de llegar a Carbajal, al pasar junto a una granja, veo un cabritillo en mitad del camino… antes de que me dé tiempo a pensar si me cabrá en la mochila, un mastín, que a la ida pasó olímpicamente de mí, ahora me suelta unos ladridos y me mira con cara de asesino. Lo esquivo con un rodeo por un prado y me cruzo con un pequeño rebaño unos metros más abajo. Copito de Nieve se habría adelantado a explorar…

El paso por Carbajal se me hace bastante penoso. Voy pensando que algo así está fuera de mi alcance y que dónde voy yo, a mis años, a meterme en estos berenjenales…

En vez de desviarme al llegar al Olímpico, decido seguir por la carretera antes de desviarme por la urbanización. Bordeo un barrio con bloques habitados intercalados con otros a medio construir, despojos de la Crisis.
A la izquierda me encuentro con el parque del Monte de San Isidro, que no conocía (cosas de no conocer León) Tengo que hacerle una visita, a este y al de la Candamia…
Atravesada la urbanización, cojo el camino acondicionado del margen del Bernesga hasta llegar a Guzmán, donde paro la grabación de la ruta.

48km en 9h y 10m. ¡Mi record…!

Al apagar Oruxmaps, veo un mensaje de mi primo: el cartel de la Travesía acompañado por un “Yo ahí lo dejo…
Le llamo: “Tú ahí lo dejas… y me da que ahí se va a quedar.”

Estoy realmente destrozado, vivo en un primero y me tiente subir en el ascensor…

Tumbado en el sofá, ya duchado, comido y contadas las ampollas en los pies (cuatro, bien gordas) recuerdo que tenemos pendiente para Semana Santa reconocer la subida desde San Clemente, por Montes, hasta el Campo de las Danzas y, ¡bueno!, que a eso sí que me puedo apuntar…

Mediada la semana, con las ampollas mejorando y el mal trago casi olvidado, empiezo a pensar que, si ya lo he hecho una vez, bien puedo hacerlo otra… ;o)

Sigue el sendero de flechas amarillas, Dorothy...


Y, por si no había tenido suficiente, a finales de Abril volví a intentarlo…
Tras hablar con el cuñado de mi primo que, hace años, hizo un par de veces la ruta A de los Aquilianos (¡corriendo!) y nos está aconsejando, esta vez me organicé un poco mejor.

Hice menos recorrido y a menos velocidad, me quedé a la entrada de Cascantes y no intenté acercarme a la Robla, haciendo solo 43km en 8h 30m,

Fui comiendo algo cada hora, más de lo que suelo comer normalmente cuando salgo de ruta, en un intento de mantener una ingesta regular de calorías. El resultado fue que acabé bastante mejor que la vez anterior.

Me he hecho con un accesorio de Decathlon para convertir una cantimplora en un Camelback. ¡Un invento! ¡Me ha cambiado la vida! Bueno, más o menos… pero eso de poder beber sin parar a quitarte la mochila es una maravilla. Fui bebiendo traguitos cada poco, con lo que bebí más, pero más repartido a lo largo de la ruta. Otra forma de retrasar el cansancio…

Me llevé los bastones, aunque, como no tenía aquí los tacos de goma, solo los usé en los tramos de tierra, dos terceras partes de la ruta. Aun así, acabé con la rodilla izquierda muy dolorida...
Y no entiendo el por qué. No soy consciente de ninguna torcedura o mal paso y, con los bastones, vas quitando presión a las articulaciones inferiores. El caso es que cuatro días después, no llega ni a molestia, pero a veces aun noto un algo…
De nuevo, el paso por Carbajal, a la vuelta, se me hace duro, con la rodilla pulsando a cada paso. Me planteo pedir un taxi, pero parece que el dolor va remitiendo y, para cuando me desvío en el Olímpico (busco el sendero de tierra) ya solo es una molestia…
Eso sí, cada vez que paro en un semáforo, mientras llego a casa, los primeros pasos son un suplicio… Ahora al escribirlo, recuerdo que paré a la entrada (o salida) de Carbajal en una fuente y fue a partir de ahí cuando empecé a notar el dolor, hasta ahí solo eran molestias.

¡Más gente!
Un montón de peregrinos (solos o en parejas) que me van parando (a la vuelta) y preguntando si estoy haciendo el Camino al revés (¿?) y si en Cabanillas hay donde comer (hay albergue…)
Un amable apicultor que me encuentro al volver a Cabanillas y al que le gusta charlar y que me da reparo abandonar, hasta que se encuentra a un conocido y yo ya puedo seguir adelante a mi ritmo.
El primer día, aparte de unos cuantos ciclistas (pero ya en Cascantes y la carretera de la Robla) y tres motos (a paso lento, muy lento) con las que me encuentro  hasta cuatro veces, apenas me cruzo con un par de personas.

El resultado de la prueba (rodilla aparte) bastante bueno…


Estoy pensando, en el mes que me queda hasta los Aquilianos, hacer la ruta una vez más, pero, esta vez, solo hasta la entrada de Cabanillas. Saldrían solo sobre los 35km pero incluyendo todas las subidas duras.
A ver si los robles siguen desnudos o ya han brotado…

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