lunes, 7 de noviembre de 2011

Actualizando de la Versión 3.9 a la 4.0


Hoy cumplo 40 años.

Buen momento para hacer balance de la década, no sé si prodigiosa, a la que pongo fin.

Finales de 2001. Cumplía 30 tacos y los celebré dejando el trabajo y matriculándome en un máster.
Empezaba con ilusión un proyecto de futuro. Llevaba de un par de años relativamente malos, buscando algo que me sacase del estancamiento en el me encontraba. Tanto a nivel profesional como personal.

La ilusión me duró casi todo 2002, pelo amarillo pollito incluido. Luego me enfrenté a mi realidad...

A lo largo de 2003 las cosas se empezaron a torcer y comenzó mi travesía del desierto.
Dicen que la vida acaba poniendo a cada uno en su sitio. A mi me dio un buen par de hostias y me dejó muy claro a lo que podía aspirar y a lo que no.

2004 empezó bien: preparado la oposición, luego una par de bodas de dos amigos…
La segunda mitad fue horrible, en lo personal y, sobre todo, en lo familiar. Me cuesta encontrar buenos recuerdos de esa época. Hasta Navidad. No creo mucho en lo del espíritu navideño (pienso que el auténtico está en los turrones) pero aquella fue una buena navidad.
Mis perspectivas para el año siguiente no eran mejores, y ese 30 de diciembre no podía dormir y, no sé muy bien cómo, empecé a rimar… o intentarlo, más bien. Encendí la luz, cogí papel y bolígrafo y, un par de horas después, había terminado mi Soneto de Año Nuevo, el primer poema que he escrito desde que estudiaba literatura en el instituto…

En 2005 las cosas cambiaron y me pasó casi todo a la vez. Encontré trabajo (un amigo me avisó de que un cliente suyo necesitaba gente), me salió (¡Por fin…!) la oposición, más problemas familiares…
Pero, claro, no podía terminar el año sin cagarla. Aquello fue un Momento Pin.
Tras aprobar la oposición y pensando que me incorporaría en seguida, lo conté en el curro, busqué a mi sucesor, lo formé y me quedé en la calle al finalizar mi contrato… con el agradecimiento de mis ex-jefes, eso sí.
(Nota del Autor: Por si no ha quedado claro, un Momento Pin viene a ser como un momento All Bran, pero sin la parte en la que te comes los cereales…)  

2006, Año agridulce.
Me incorporé a la Administración (después de dos años y medio…) y tuve bastante suerte con el trabajo, los compañeros y el resto de la gente.
Tuve otro Momento Pin que casi me cuesta unos amigos.
Y perdí a un familiar muy querido. Aunque, los últimos años, yo ya solo fuese para ella “el chico ese que vive ahí…”

El 2007 fue año de decisiones: Concursar o no concursar, ¡He ahí la cuestión…!
Bueno, la duda la solucioné concursando primero y renunciando después el último día y a última hora…
Por cierto, en cosa de año y medio había adelgazado 15 kilos (con el tiempo me he estabilizado en otros 5 menos)

2008 fue un año de estabilización, de aquí estoy y aquí me quedo (de momento, al menos…)
Guardo algunos momentos buenos.
Al estabilizarme yo, fue la gente a mi alrededor la que empezó a ir y venir...

En 2009 empecé a tomar alguna decisión con respecto a mi futuro.
Siempre he querido sacarme la ingeniería, que en mi tiempo no pude, pero, tras mirar en la UNED, decidí esperar un año más al Grado.
En Mayo, Begar petó. Y eso vino a significar que el magnífico Edificio de Servicios Administrativos de Uso Múltiple en el que había depositado unas cuantas esperanzas se iba a quedar (se ha quedado) en un solar vacío, limpio y preparado… para ya veremos qué se hace en él y cuándo. Todavía me pregunto qué ha sido de los 14 millones de euros que costaba…
Ese año también me di cuenta de que, a veces, conoces a alguien y, en realidad, aun no le conoces, aunque le conozcas desde tiempo atrás, hasta que por fin te das cuenta de le has conocido, como si te presentaran por primera vez...

2010 empezó con otro Momento Pin, para arrancar bien el año.
Luego las aguas se calmaron, volvieron a su cauce y mi vida remontó.
Nuevas experiencias, algunas divertidas: Aprendí a bailar Tango (Bueno, más o menos).
Y otras no tanto: Necesitamos un 5% (de momento…) de tu sueldo para acabar con la crisis.
Y empecé la Carrera… A ver si cuando haga el resumen de la cuarentena puedo decir que ya soy Ingeniero.

Y llegamos a 2011.
No he tenido grandes triunfos ni grandes fracasos ni (¡a dios gracias...!) tampoco Momentos Pin (toco madera, aun quedan un par de meses...) pero en general ha estado bien. Si me apuras, notable, incluso.
Y a la gente a mi alrededor tampoco le ha ido mal del todo este año. Ha habido pinchazos, sí, pero también he visto como otros progresaban, tenían familia, se enamoraban, adelgazaban... Que a tu gente no le vaya mal, con la que está cayendo, también ayuda...

Y aquí estoy, pasando mis últimas horas como treintañero haciendo balance.

Y ha sido positivo.
A pesar de algunos momentos malos, acabo esta década mucho mejor que como la empecé.
¿Me arrepiento de cosas? ¡Por supuesto!
¿Las cambiaría? No tiene sentido... Bueno... puede que alguna ;o)

Lo podría resumir diciendo que las cosas no son como empiezan, sino como acaban.

Pero, en realidad, un final no es más que otro principio.
Nos vemos dentro de 10 años…

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