domingo, 22 de enero de 2017

Máquinas de Guerra

Continuo la serie sobre mi Ejército Enano de la 6ª edición de Warhammer, con las Máquinas de Guerra.

Nunca las utilicé mucho y, de hecho, aunque me hice en su momento con el Gob-Lobber, la Catapulta Lanza Goblins, una miniatura clásica donde las haya, nunca he llegado a pintarla y espera, montada e imprimada de negro, a que algún día le haga justicia... ¡algún día!

Cañón.
Un clásico, todo ejército enano necesita, al menos, uno... lo use o no.

Lanzador de Virotes.
No acertaba mucho (HP 3) pero era barato y, con la runa de la puntería, acertabas un disparo por partida a 2+.

Girocóptero.
A ver si lo entiendo: ¿Una raza subterránea que inventa un helicóptero...?
Decía el trasfondo que el cacharro funcionaba a base de alcohol, lo mismo que el piloto...
Lo utilicé mucho, y, la verdad es que molaba: criatura voladora, súper móvil, cañón de vapor...
En una de las que se estrelló perdió dos aspas del rotor... nunca me preocupé de volver a montarlas.

Cañón Lanzallamas.
De corto alcance y algo caro, pero ¡esos Goblins a la brasa...!
Se suponía que el combustible era cerveza enana de la fuerte.

Cañón Órgano.
Con el cambio de edición le subieron el coste (creo recordar que se lo duplicaron o casi) y le bajaron la eficacia: en la 5ª era un cañón normal que podía hacer hasta media docena de disparos a la vez y en la 6ª hacía un dado de artillería de impactos automáticos de pólvora de F5, una relación coste/eficacia más justa... ¡y ya no lo podías hacer invisible!
La figura no es de Citadel, si no de Black Tree y ni la compré ni la pinté yo, fue un regalo.


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