domingo, 31 de mayo de 2015

Finales y Comienzos.

La Rueda del Tiempo gira y los años llegan y pasan y dejan tras de sí recuerdos. En un año llamado por algunos el 2015, empezó a soplar un viento en la Sierra de Guadarrama. El viento no fue el final, pues no hay comienzos ni finales en el eterno girar de la Rueda, pero aquel fue un final.

El viento se originó en la cima que los hombres llaman Peñalara. Descendió por canchales y por laderas tapizadas de pinos. Sobrevoló cascadas y recorrió veredas. Dejando atrás un Palacio con Jardines salpicados de Fuentes, atravesó la llanura, hacia el este, hacia la Ciudad Amurallada sobre un risco. Jugueteó entre los arcos de su Acueducto e hizo ondear las banderas del Alcázar, antes de alcanzar al hombre que, desde la distancia, observaba la que había sido su casa durante nueve años...



...Y que Robert Jordan me perdone.

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