domingo, 22 de octubre de 2017

Otoño en Peñalara

Este (para mí, por lo menos) no puente del Pilar, he estado de marcha...

El Día 12 hice la Integral a Peñalara, para despedirme (de nuevo) por última vez (¡¡de nuevo!!) de la Sierra de Guadarrama.
Sí, estuve allí... pero tengo que quitar el modo espejo de la cámara frontal del móvil
Había pensado subir por Citores, pero esta vez no quería complicarme la vida, de modo que hice la ruta estándar:
Subí por las Zetas, pasé por el paso lateral de Claveles (sin subir hasta la propia cima), bajé hasta Pájaros y volví recorriendo la zona de las Lagunas, que están bastante secas, las pobres.
Risco de los Claveles
La ruta en sí es de las más conocidas ¡y transitadas! del Guadarrama y ya la he descrito en otra ocasión.

No tiene muchas dificultades:
La trepada por las Zetas, que se puede hacer un poco aburrida.
La subida final a la cima se puede hacer un poco larga: Vas viendo la cima ahí mismo, pero parece que no das llegado...
Luego el paso por Claveles, que es la parte divertida, puede complicarse si, como fue el caso, hay mucho tráfico (de ida y vuelta) o tráfico lento. Y eso que ya no subí a la propia cresta...
Una vez que bajas por la empinada pendiente hacia la Laguna de los Pájaros, ya toca pasear por la parte bonita de la ruta... aunque si puedes ir en junio, mucho mejor que en octubre.

No sé si volveré alguna vez, pero, si vuelvo, creo que haré la ruta al revés, subiendo por Claveles.
Viendo lo empinada que es la bajada da la sensación de ser una ruta chunga, pero, en realidad, la parte más complicada que es el propio Risco de los Claveles es casi una suerte de escalera natural, así que no debería serlo tanto.
Laguna de los Pájaros
La senda de la Laguna Grande, por su poca dificultad, es una de las zonas más transitadas por montañeros, senderistas, paseantes domingueros y familias con miembros de todas las edades, lo que hace que esté bastante masificada y te toque ir detrás de grupitos familiares al paso de niños de 4/5 años... Cosas de estar tan cerca de Madrid.
Laguna Grande de Peñalara petada de gente...
Algo que vengo observando estos últimos años es el poco respeto que le tiene la gente a la Montaña.
No ya en cuestión de dejar basura, salirse de la senda marcada ¡delante de las narices de un guarda del parque! (que ya hay que ser zoquete...) o soltar a su perro para que se meta en todas las charcas y lagunas que encuentre (con el consiguiente riesgo de un ñasco a alguna salamandra...) aunque esté terminante prohibido por varios cartelones difíciles de no ver...
No, me refiero a poco respeto a las condiciones físicas, tanto del propio dominguero como de la montaña. La mayor o menor dificultad de una cuesta o la posible meteorología cambiante a 2000 metros o más.

De lo primero no vi mucho esta vez, más allá de niños gritones en la Laguna Grande o un grupo sentado justo en la orilla de la de los Pájaros (yo estaba casi a 10 metros y ya me parecía demasiado cerca) hasta que el Guarda les llamó la atención.

De lo segundo... a ver:
Una señora, como de cincuenta y muchos, con vaqueros y bailarinas bajando de la Laguna Grande... ¡Que sí! que no es que haga falta mucho más para ir solo hasta ahí, pero ¡un poquito de respeto, por favor!
Una chica, de camino a la Laguna de los Pájaro, medio atascada en la bajada hacia la zona de las Cinco Lagunas, que ya había tenido dificultades para llegar allí con sus zapatillas de calle de suela lisa (yo tengo unas parecidas: frescas, ligeras, cómodas... y totalmente inadecuadas para el momento y el lugar) y a la que su chico (vaqueros, deportivas) intentaba convencer que de que el resto del camino era más fácil. Yo, mientras, iba pensando que tendrían que desandar el camino, pero no quise meterme en medio...

En fin...

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